Elecciones en Cuba: “gran farsa y teatro”

LA HABANA - Cuba cumplió el domingo con el trámite de sus singulares elecciones, sin partidos de oposición, para renovar el Parlamento que previsiblemente ratificará dentro de unas semanas a Raúl Castro para un segundo mandato presidencial de cinco años. Con normalidad, sin sorpresas y con clima invernal en parte de la isla, los cubanos acudieron a las urnas para refrendar a 612 candidatos que ocuparán el mismo número de escaños en la nueva Asamblea Nacional, en unos comicios que para el Gobierno son un acto de reafirmación revolucionaria y que la disidencia tacha de "farsa" y de "teatro". En la jornada del domingo también se formalizará la designación de los 1.269 delegados que integrarán las quince asambleas provinciales del país. Los casi 30.000 colegios electorales instalados en todo el país abrieron a las siete de la mañana (12:00 GMT) y su cierre está previsto a las seis de la tarde (23:00 GMT). Durante la votación varios miembros del Gobierno valoraron las elecciones del único régimen comunista de América como un ejercicio de soberanía y democracia participativa. "Es un ejercicio soberano de defensa de la revolución y de nuestro socialismo (...) Muchas veces nos critican sobre si nuestro sistema electoral es democrático o no. Los argumentos sobran (...), la democracia no se puede medir solo por el acto electoral", dijo Miguel Díaz-Canel, vicepresidente del Consejo de Ministros. Por su parte, el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, afirmó que el sistema electoral cubano es "ejemplo de participación, convicción y civismo" y, aunque es distinto al de otros países, es "mucho más democrático". En contraste, varios miembros de la disidencia interna calificaron estas elecciones cubanas de "gran farsa y teatro". "En Cuba no hay elecciones, no puede optar por diferentes alternativas o programas. Es semejante a los comicios que tenían lugar en el bloque soviético o en Corea del Norte. No se puede comparar con las elecciones del resto de países de América ni siquiera con Venezuela", apuntó la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. Según las disidentes Damas de Blanco, "esto es más de lo mismo. Las llamadas elecciones son solo una gran farsa", dijo Berta Soler, portavoz del grupo femenino que como todos los domingos realizó su habitual marcha pacífica en La Habana en favor de la libertad de presos políticos y por los derechos humanos. La votación del domingo culmina el proceso que arrancó en noviembre con la designación de delegados municipales (concejales) y abrirá dentro de unas semanas una nueva legislatura cuando se constituya el Parlamento que reelegirá a Raúl Castro como presidente del país. De ese modo, el general Castro, de 81 años, iniciará un segundo mandato presidencial que podría ser el último si el presidente cubano cumple su promesa de limitar los cargos políticos del país a un máximo de diez años consecutivos. Raúl Castro fue designado formalmente presidente de Cuba en febrero de 2008, dos años después de asumir provisionalmente la dirección del país cuando su hermano Fidel, el líder de la Revolución cubana, delegó por una grave enfermedad. Fidel Castro, de 86 años, continúa retirado del poder, aunque como es tradicional también es candidato a diputado nacional en estas elecciones. La fecha para instalar la nueva Asamblea Nacional cubana será convocada oficialmente en los próximos días si bien el canciller cubano, Bruno Rodríguez, adelantó en la televisión estatal que tendrá lugar el 24 de febrero. Una de las novedades que dejarán estas elecciones será la renovación del presidente del Parlamento, ya que su actual titular, Ricardo Alarcón, de 75 años, desde 1993 en ese puesto y un histórico del régimen cubano, no ha sido incluido como candidato a diputado. De acuerdo con datos oficiales, la Asamblea cubana se renovará en un 67 por ciento tras las elecciones celebradas este domingo. El 78,43 por ciento de los candidatos a diputados nació después del triunfo de la revolución, en 1959, y el promedio de edad de los aspirantes es de 48 años. Una de las caras nuevas de Parlamento cubano será Mariela Castro, hija de Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) desde donde ha promovido la defensa de los derechos de los homosexuales.

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