Cuba: congresistas median por Gross

La situación del contratista norteamericano preso en Cuba, Alan Gross, sigue siendo un motivo de tensión en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Por eso cuatro congresistas demócratas se encuentran de visita en Cuba para "romper el hielo" y facilitar un diálogo sin condiciones entre ambos países que incluya el caso del contratista Alan Gross, encarcelado en la isla desde 2009 y a quien pudieron ver hoy en La Habana.

La delegación está integrada por los congresistas Bárbara Lee y Sam Farr, representantes por California y miembros del Comité de Apropiaciones, y Emanuel Cleaver (Misouri) y Gregory Meeks (Nueva York) quienes abogan por la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, enemistados desde hace más de medio siglo.

Bárbara Lee dijo en una rueda de prensa que "ya es el momento de que ambas partes hagan un compromiso serio respecto al establecimiento de negociaciones sin condiciones previas".
"Ese es el mensaje que le vamos a trasmitir a la Casa Blanca a nuestro regreso a Estados Unidos", señaló.
Explicó que el objetivo principal de la visita de esta delegación es "clarificar" aquellos asuntos que puedan ayudar a avanzar en una negociación en el caso de Alan Gross, condenado en Cuba a 15 años de cárcel por actividades subversivas mediante el empleo de sistemas de telecomunicaciones ilegales.
El Gobierno estadounidense niega esos cargos y sostiene que Gross, de 65 años, sólo trataba de proporcionar acceso "sin censura" a internet para "una pequeña comunidad religiosa" judía en la isla.
La delegación de congresistas se reunió este lunes con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y también vieron a Gross, durante hora y media, dijo a Efe la directora del "Centro para la Democracia en las Américas", Sarah Stephens, quien acompaña a los congresistas en este viaje.
"Alan Gross es una persona de carne y hueso, con familia, con amigos y estuvimos conversando hoy con él", dijo el congresista Cleaver y apuntó que integra un equipo para tratar de "romper el hielo" que impide la comunicación entre las dos partes.
Sam Farr dijo que tras conversar con funcionarios estadounidenses y cubanos han conocido que están dispuestos a no establecer ninguna condición para sentarse a la mesa de negociaciones.
Por su parte, Meeks insistió en señalar que se han propuesto lograr "un entendimiento común" por ambas partes y que quede claro tanto para la Casa Blanca como para el Gobierno cubano que "hay una disposición" para negociar sin condiciones en cuanto al caso Gross o al de tres agentes cubanos que están presos en EEUU por espionaje.
Opinó que este diálogo es "muy importante para todos en el hemisferio, no solamente para EEUU y Cuba sino para toda la región que coexiste en el mismo espacio".
El "caso Gross" es actualmente uno de los principales focos de tensión entre ambos países, junto con la situación de los espías cubanos condenados en Estados Unidos y que La Habana considera "héroes antiterroristas".
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