Alan Gross se muere, dice esposa

WASHINGTON - Judy Gross, esposa del subcontratista estadounidense Alan Gross, encarcelado en Cuba, confesó este martes sentirse "desolada" tras la visita que ha realizado a la isla para ver a su marido debido al deterioro de su salud, y teme que no sobreviva a las condiciones en las que se encuentra. "Acabo de regresar de visitar a Alan en Cuba, y me sentí desolada frente a su apariencia. La salud de Alan continúa deteriorándose. Ha perdido 47.7 kilos, y ha desarrollado artritis degenerativa y una masa detrás de su omóplato derecho", dijo la esposa del subcontratista en un comunicado. Puntualizó que, si bien el espíritu de su esposo "se mantiene fuerte" teme que "no sobrevivirá a esta terrible experiencia". "Le ruego al Presidente (Raúl) Castro, como esposo y padre que es, que ponga fin a nuestra angustia y permita que Alan regrese con su familia y con su madre moribunda", añadió. Gross, de 63 años, fue detenido por distribuir material tecnológico a una comunidad judía en la isla y trabajaba para la empresa Development Alternatives (DAI), una subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid) dedicada a labores de desarrollo en otros países. El juicio se celebró en el Tribunal Provincial Popular de La Habana en marzo de 2011, 15 meses después de su detención, y concluyó con una condena de 15 años de prisión para Gross por participar en un supuesto "proyecto subversivo del Gobierno de Estados Unidos" contra Cuba mediante el uso de sistemas de info-comunicaciones. El contratista estadounidense interpuso mediante sus abogados un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo, máxima instancia de la Justicia en Cuba. El Gobierno de Estados Unidos siempre ha mantenido que Gross es inocente, tachó de "injusta" la condena impuesta por la Justicia de la isla y ha insistido en exigir a Cuba su liberación "inmediata e incondicional".

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