Berlusconi a punto de caer

ROMA - El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, está al borde de caer tras haber perdido este martes la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, un revés que podría serle fatal en medio de la vorágine de la crisis de la Eurozona.

Las presiones para que el multimillonario primer ministro presente su renuncia se recrudecieron este martes tras la aprobación de las Cuentas del Estado 2010, una victoria pírrica, pero que revela que la mayoría de Berlusconi en el Congreso se desmoronó.

Las Cuentas del Estado fueron aprobadas con sólo 308 votos a favor, por debajo de los 316 necesarios para contar con mayoría absoluta.

"Quiero saber el nombre de los traidores", pidió visiblemente nervioso Il Cavaliere, quien ha perdido en los últimos días el apoyo de unos 20 parlamentarios de su partido, el Pueblo de la Libertad, debido sobre todo a las divisiones para cumplir las reformas que exige la Unión Europea.

Este martes, inclusive el controvertido líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, aliado clave para la supervivencia del gobierno, quien ha garantizado a Berlusconi durante tres años una mayoría absoluta en el Parlamento, instó a Il Cavaliere a renunciar.

Ante la difícil y delicada situación económica que atraviesa Italia, acosada por los mercados por su colosal déficit y un crecimiento nulo, la oposición de izquierda se abstuvo de votar las Cuentas del Estado como gesto de responsabilidad, pero quiso demostrarle que podía caer en cualquier momento.

"Tenemos un problema de credibilidad. Este gobierno no puede manejar la crisis que atravesamos. El déficit de credibilidad está basado en cifras", declaró el líder del Partido Democrático, Pier Luigi Bersani.

El multimillonario político se encuentra ahora ante el dilema de pedir de nuevo el voto de confianza o renunciar. Berlusconi, que se aferra con todas sus fuerzas al poder pese a las críticas, los escándalos sexuales y judiciales y ahora las "traiciones" políticas, se reunió inmediatamente con los principales dirigentes de su mayoría, entre ellos Bossi, el ministro del Interior, Roberto Maroni, y el de Economía, Giulio Tremonti.

Si la mayoría parlamentaria no aprueba la formación de un nuevo gobierno con un nuevo líder, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, estaría obligado a disolver el Congreso y convocar elecciones anticipadas.

Sería el fin de la era de Berlusconi, de 75 años, quien se lanzó hace 17 años al ruedo político y ha estado en el poder en los últimos 10 años, con excepción del periodo 2006-2008.

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