Muere general Schwarzkopf

WASHINGTON — El general estadounidense retirado H. Norman Schwarzkopf, quien coronó una ilustre carrera militar como comandante en jefe de la coalición internacional que expulsó a las fuerzas de Saddam Hussein de Kuwait en 1991 pero mantuvo un bajo perfil público en las controversias sobre la segunda guerra contra Irak, falleció el jueves. El militar tenía 78 años.

Schwarzkopf murió de complicaciones a causa de una neumonía en Tampa, Florida, dijo su hermana Ruth Barenbaum en declaraciones por teléfono. "Todavía estamos consternados (por el fallecimiento)", agregó. "Nos tomó por sorpresa lo ocurrido", afirmó. El general vivía jubilado en Tampa.

Schwarzkopf, soldado de combate en Vietnam lleno de condecoraciones, era conocido popularmente como "Stormin' Norman" (Norman Tormenta) por su temperamento notoriamente explosivo.

Sirvió su última asignación militar en Tampa como comandante en jefe del Comando Central estadunidense. Esta sede se ocupa de los intereses militares y de seguridad de Estados Unidos en casi 20 países ubicados desde el este del Mediterráneo y Africa hasta Pakistán.

El presidente Barack Obama dijo que con la muerte de Schwarzkopf, "hemos perdido a un auténtico estadounidense".

"Desde su servicio en Vietnam, por el que fue condecorado, hasta la histórica liberación de Kuwait y su dirección del Comando Central de Estados Unidos, el general Schwarzkopf estuvo a la altura del país y el ejército a los que amó", afirmó el mandatario.

"Nuestras oraciones están con la familia de Schwarzkopf, que esta noche puede saber que el legado de él perdurará en una nación que es más segura debido a su servicio patriótico", manifestó.

El secretario de Defensa, Leon Panetta, dijo que "los hombres y mujeres del Departamento de Defensa se unen conmigo en el pesar por la pérdida del general Norman Schwarzkopf, cuyos 35 años de servicio en uniforme dejaron una impronta indeleble en las fuerzas militares de Estados Unidos y en el país".

Schwarzkopf se convirtió en comandante en jefe del Comando Central estadunidense en 1988 y cuando Saddam Hussein invadió Kuwait tres años después para castigar al país por supuestamente robar reservas de petróleo iraquí, el general comandó la Operación Tormenta del Desierto, la coalición de aproximadamente 30 países organizada por el entonces presidente George H. W. Bush que expulsó las fuerzas de Irak.

"Para mí, el general Norm Schwarzkopf encarnó el credo 'deber, servicio, país' que ha defendido nuestra libertad y visto a esta gran nación a través de nuestras crisis internacionales más difíciles", dijo Bush en un comunicado. "Más allá de eso, él fue un hombre bueno y decente; y un amigo querido", agregó.

En el clímax de su celebridad nacional de la postguerra, Schwarzkopf —autodenominado políticamente independiente— rechazó sugerencias de competir por cargos públicos y mantuvo su vida más privada que otros militares, aunque trabajó brevemente como comentarista militar para la cadena de televisión NBC.

Aunque se enfocó en sus últimos años en iniciativas caritativas, hizo campaña por el presidente George W. Bush en 2000, pero fue ambivalente sobre la invasión a Irak en 2003, diciendo que dudaba que la victoria fuera tan fácil como pronosticaron la Casa Blanca y el Pentágono. A inicios de 2003 dijo al Washington Post que el resultado era incierto:

"¿Cómo va a verse un Irak posterior a la guerra, con los kurdos y los suníes y los chiíes? Esa es una enorme pregunta, en mi opinión. Realmente debe ser parte del plan general de campaña", señaló.

Inicialmente Schwarzkopf había avalado la invasión, diciendo que estaba convencido de que el secretario de Estado Colin Powell había proporcionado a la Organización de las Naciones Unidas evidencia fuerte de armas iraquíes de destrucción masiva. Después de que esa afirmación resultó falsa, indicó que las decisiones de ir a la guerra debían depender de lo que encontraran los inspectores de armas de la ONU.

Rara vez habló durante el conflicto, pero a finales de 2004, criticó fuertemente al entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld y al Pentágono de errores que incluyeron entrenamiento inadecuado para reservistas de las fuerzas armadas enviados s Irak y de juicios erróneos sobre aquel país.

"En el análisis final pienso que estuvimos rezagados. ... Creo que no contamos con que se convertirá en una yihad (guerra santa)", señaló en una entrevista con NBC.

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