Más de 37 mil cubanos llegaron por la frontera

Wilfredo Cancio Isla

Si la ley de "pies secos, pies mojados" fue la respuesta al éxodo de 35 mil balseros en 1994, dos décadas después la política de de Estados Unidos para frenar el flujo migratorio desde Cuba no parece ya muy efectiva. Al menos por lo que indican las estadísticas del año fiscal 2015 que acaba de concluir.

Aún sin computar los registros de septiembre, la cifra de 37,369 cubanos que arribaron a territorio estadounidense a través de puntos fronterizos de México y Canadá supera ampliamente a la oleada migratoria de 1994. Los datos proporcionados a Telemundo 51 por el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) abarcan entre el 1ro de octubre del 2014 y el cierre de agosto, y confirman la imparable avalancha de cubanos hacia Estados Unidos desde el 2013, cuando entró en vigor la reforma migratoria del gobierno de Raúl Castro.

De los más de 37 mil que han pedido refugio ante las autoridades estadounidenses, 27,588 entraron por zonas de la frontera mexicana, mayormente por la estación de Laredo, mientras que 1,667 arribaron por Canadá (casi en su totalidad por Buffalo) y 9,201 lo hicieron a su llegada al Aeropuerto Internacional de Miami.

De acuerdo con las normativas vigentes, cuando un cubano llega a un punto fronterizo o aterriza en un aeropuerto y solicita protección por un supuesto temor a regresar a su país, es procesado y liberado bajo parole. Tras cumplir un año en territorio estadounidense es elegible para solicitar la residencia permanente.

A esas cifras hay que añadir los 612 cubanos que la Patrulla Fronteriza reportó como arribos por vía marítima a través del Estrecho de la Florida en los 11 primeros meses del período fiscal 2015.  El Servicio Guardacostas informó que en esta etapa unos 4,300 cubanos han intentado de llegar infructuosamente a las costas de la Florida, lo que incluye tanto a  interceptados en alta mar como a  involucrados en otras operaciones marítimas hacia Bahamas, Islas Cayman  y otros destinos en  el mar Caribe y el Océano Atlántico.

Se trata, sin dudas, de una estampida silenciosa que entre 2014 y 2015 ha impuestos nuevos récords para la inmigración ilegal desde la isla.

Curiosamente, el histórico anuncio de Barack Obama y Raúl Castro para restablecer relaciones diplomáticas entre ambos países el pasado diciembre disparó los ánimos migratorios de los cubanos, temerosos de que la nueva era de acercamiento derivara en la abolición de la Ley de Ajuste Cubano (CAA), vigente desde 1966. A pesar de que las autoridades estadounidenses han reiterado que no existen planes para derogar los beneficios especiales de la legislación, los rumores se han incrementado en cada nuevo paso de acercamiento entre ambos gobiernos, particularmente luego de la apertura de embajadas en La Habana y Washington.

A diferencia de décadas anteriores, la frontera mexicana es actualmente la franja de mayor porosidad para la entrada de inmigrantes de la isla. La cifra se multiplicó en casi un 65 % con relación al  2014, cuando el número de cubanos que entraron por esa vía ascendió a 17,459. La mayoría de las personas viajan desde terceros países hasta México en una travesía cada vez más riesgosa que incluye Colombia, Honduras, Guatemala y Costa Rica.

Las autoridades de esos países han reportado incrementos sustanciales de cubanos retenidos por su entrada ilegal al territorio.
El paso de cubanos ha generado un lucrativo negocio de bandas de tráfico humano e intermediarios que cobran altas sumas de dinero para facilitar las operaciones de tránsito.

Esta semana, las autoridades colombianas desarticularon una red de tráfico de inmigrantes en el departamento de Antioquia,  dedicada a enviar extranjeros a Estados Unidos. La banda se dedicaba especialmente a transportar cubanos, que llegaban a la frontera colombiana con Ecuador para luego transitar hacia Panamá y México.

Entre los arrestados figutran dos funcionarios del gobierno colombiano,   encargados de proporcionar registros civiles, cédulas y pasaportes a los inmigrantes, que se hacían pasar por colombianos para viajar por carretera o incluso tomar vuelos rumbo a Panamá.

En la última década más de 130 mil cubanos han entrado a Estados Unidos a través de la frontera mexicana, una cifra superior a los 125 mil refugiados que fueron acogidos durante el éxodo del Mariel en 1980.

Las estadísticas de inmigración irregular de cubanos no incluyen las 20 mil visas anuales que Estados Unidos otorga desde 1995 a solicitantes de la isla.

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