Gingrich niega que el español sea lengua de “gueto”

MIAMI - A menos de una semana de las decisivas primarias republicanas de Florida, las campañas de los dos principales candidatos, empatados según las encuestas, elevaron considerablemente el tono a su paso por Miami, donde el español tomó un inesperado papel protagonista. Mitt Romney (que cuenta ya con 31 delegados) parecía tenerlas todas consigo, pero el fuerte impulso que Newt Gingrich (con 26) logró en las primarias anteriores, las de Carolina del Sur, le han permitido recortar distancias y hasta colocarse en empate técnico. Según una encuesta difundida por la Universidad de Quinnipiac, el 36 % de los electores de Florida pretende votar por Romney y el 34 % por Gingrich, una diferencia mínima (que hace dos semanas era de 12 puntos) y que entra en el margen de error de la consulta (4 %), por lo que puede traducirse como un empate. Esto explica que Romney haya pisado el acelerador a su paso por Miami, la mayor área urbana de Florida, que celebrará sus primarias el próximo martes. En esta ciudad se concentra la población cubana, que en total supone casi un tercio de los hispanos del estado. El ganador del próximo martes se hará con los 50 delegados que están en juego en Florida, del total de 1.144 requeridos para lograr la candidatura presidencial republicana. Romney cuenta con la baza de que Florida no es tan conservadora como Carolina del Sur, pero el hecho de que no apoye regularizar a los indocumentados le puede pasar factura en un estado donde el 13 % del electorado es latino. Gingrich no escatimó en declaraciones en favor de la regularización de los indocumentados, la flexibilización en la concesión de visados, una mayor atención a América Latina y una respuesta más enérgica a regímenes como los de Cuba o Venezuela. Para tratar de compensar este arrollador avance y no perder unas primarias tan jugosas como estas, Romney ha invertido más de 3,5 millones de dólares en Florida y hasta ha difundido anuncios en español en televisiones locales -narrados por su hijo-, algo que no ha hecho ningún otro candidato. Además, no ha dudado en recuperar un vídeo de 2007 en el que Gingrich califica el español de "lengua de gueto", un comentario que dio mucho que hablar, y en emitir un anuncio en la radio en español en el que lo acusa de enriquecerse con la hipotecaria Freddie Mac y de "avanzar en la agenda de la extrema izquierda". Preguntado por ese comentario de la "lengua de gueto", Gingrich señaló: "Yo lo que digo (...) es que estoy por el inglés como el idioma común y unificador. Si fuera a vivir en México, diría que para mí sería muy importante aprender español". El expresidente de la Cámara de Representantes no se ha quedado atrás y ha calificado a Romney de "antinmigrante" en un anuncio en la radio y lo ha comparado con un político que perdió en su intento de ser senador por Florida después de que el Tea Party favoreciera a su entonces rival Marco Rubio. Precisamente ha sido Rubio -el hispano de más alto perfil entre los republicanos- quien recriminó a Gingrich por ese insulto a Romney, lo que llevó a este a reaccionar de inmediato y a retirar el anuncio. Y es que Rubio es ahora uno de los políticos más codiciados por los precandidatos republicanos y también el único legislador por Florida que no ha mostrado su apoyo a ninguno. Los otros tres respaldan a Romney. De hecho, todos le cortejan, especialmente Gingrich, quien ha dicho que pensaría en él para la Vicepresidencia. Ello podría explicar que, según ese sondeo, Romney siga siendo el candidato republicano favorito entre los votantes hispanos de Florida, con un 35 % del apoyo, frente al 20 % de Gingrich, muy por delante de los otros dos contrincantes en liza, Ron Paul y Rick Santorum, que parecen haber desaparecido del mapa.

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