Tras seis días en huelga de hambre y sed, el opositor cubano Guillermo Fariñas ha sumado a su protesta a una decena de activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y activistas de derechos humanos.
Este miércoles, exiliados cubanos y opositores residentes en la isla se reunieron en la sede de la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA) para manifestar su apoyo a los ayunantes.
“La huelga de hambre se está acompañando con muchas sesiones públicas, están ocurriendo marchas, manifestaciones ubicas y muchas de ellas sorpresivas”, dijo José Daniel Ferrer, coordinador general de UNPACU. “Si no se le pone suficiente presión internacional, si no se alzan suficientes voces, fácilmente lo dejan morir y es lo que no queremos”.
Así expreso Ferrer en conferencia de prensa, donde hizo un llamado a la comunidad de Miami para apoyar pacíficamente a los huelguistas.
Desde Santa Clara, en el centro de Cuba, habló Fariñas.
“Esta huelga de hambre mía y la huelga de hambre de los hermanos de la UNPACU no es por un capricho, sino porque si no lo hacemos el gobierno nos va a matar a golpes a torturas, nos van a asesinar”, dijo Fariñas.
Igualmente se estableció comunicación telefónica con Carlos Amel Oliva, miembro de la UNPACU, quien aseguró llevar 15 días en huelga y no estar solo en esta lucha.
“Hemos contabilizado que 130 personas han llegado a los lugares donde se ha decidido que se iban a concentrar para hacer la huelga. Esto es solamente de la UNPACU, de otras organizaciones existen 21 personas”, manifestó Oliva.
La demanda pacífica intenta poner fin a la violencia y represión del gobierno cubano contra los activistas de los derechos humanos y atraer la atención internacional sobre las necesidades sociales del pueblo de Cuba.
