Dos millones quieren detener a vigilante

MIAMI - La campaña emprendida por los padres del fallecido Trayvon Martin para reclamar la detención de George Zimmerman, el vigilante voluntario que disparó contra el adolescente negro, cuenta ya con dos millones de firmas, de las que más de cien mil son de gente de fuera de Estados Unidos. Así lo anunció este miércoles Change.org, la plataforma donde se lleva a cabo esta iniciativa, mientras la investigación de la muerte del joven de 17 años, que tuvo lugar el pasado 26 de febrero, avanza con lentitud. "En cuestión de días, el mundo se ha unido para ponerse del lado de la familia de Trayvon Martin. Ha sido impresionante ver el apoyo logrado desde todos los rincones", apuntó este miércoles Jonathan Perri, responsable de la campaña, en un comunicado. En la campaña, la madre del fallecido, Sybrina Fulton, explica que sólo quiere justicia para su hijo. "Soy una madre normal. Tengo el corazón roto. Sigo creyendo que en cualquier momento va a entrar por la puerta y que esta pesadilla se va a acabar", afirma en la citada web. Mientras, la investigación de la policía se centra en si el disparo que realizó el vigilante fue en defensa propia o puede considerarse un asesinato, al tiempo que detectives federales examinan si la cuestión racial tuvo algún peso tanto en la acción del guardia como de la policía que levantó el informe del suceso. La cadena ABC aseguró este miércoles, al citar diversas fuentes, que uno de los policías que dirigió la investigación inicial de la muerte de Martin recomendó presentar cargos por homicidio involuntario contra Zimmerman, pero el fiscal que estaba al frente del caso dijo que no había suficientes pruebas. Tanto el fiscal como el jefe de la Policía de Sanford, la localidad de Florida donde ocurrieron los hechos, han sido muy criticados por no detener a Zimmerman y se han retirado del caso. El martes los padres de Martin cargaron en Washington contra la ley "Stand Your Ground" ("Defiende tu posición"), que exime a los ciudadanos de la obligación de retirarse ante una amenaza, si es posible hacerlo de forma segura, y les concede libertad para recurrir al uso de la fuerza para defenderse. Según la versión de Zimmerman, que permanece recluido por temor a represalias, el joven le golpeó y tiró al suelo antes de que éste le disparara. Los hechos ocurrieron cuando Martin volvía a la casa de la pareja de su padre, en Sanford, tras comprar unos caramelos y un té frío, y caminaba con la capucha de la sudadera puesta, lo que hizo que Zimmerman sospechara de él. Aún no está claro qué ocurrió para que Zimmerman disparara contra el joven y la investigación en ese sentido avanza muy lentamente. La Policía ha confirmado que, según el vigilante, el adolescente se abalanzó contra él y le golpeó en el suelo, aunque por el momento no ha aparecido testigo alguno que corrobore esa versión al completo. A medida que pasan los días también se conocen nuevos datos sobre el fallecido que podrían afear la imagen pública creada del adolescente, entre ellas que en el momento de su muerte cumplía una expulsión de diez días de su escuela, después de que se hallara en su mochila una bolsa con restos de marihuana.

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