Yasser Rivero, el joven opositor que se manifestó durante una transmisión de la cadena ESPN en vivo en La Habana, fue liberado luego de un arresto de varias horas tras el incidente.
Su madre, Yaquelín Boni, que llegó a Estados Unidos hace un mes, teme por la suerte de su hijo.
"Pensé que no iba a poder hablar más con mi hijo", dijo Boni, que integró el grupo de las Damas de Blanco en la isla.
La cadena ESPN transmitía en vivo el pasado martes desde La Habana en el último día de la visita de Obama a la isla, y Rivero aprovechó la ocasión para protestar junto a otros seis miembros del Partido Socialdemócrata de Cuba.
Los opositores gritaron consignas ante las cámaras y distribuyeron octavillas para exigir la excarcelación de los presos políticos en Cuba, en respuesta a las declaraciones del gobernante Raúl Castro.
La madre, que reside en el área de West Palm Beach, en Florida, no vio de inmediato las imágenes que dieron la vuelta al mundo.
No tiene televisión en su modesta casa de refugiada, pero su instinto le dijo que algo estaba pasando.
"Se me apretó el pecho y llamé a mi hijo", dijo la mujer.
Rivero habló este miércoles con Telemundo 51 desde La Habana.
"El conductor fue el primero que me aguantó, que me quería bajar de la tarima y después intervinieron los oficiales de la Seguridad del Estado, como se ve en las imágenes... estaban vestidos de civil", contó Rivero.
Esposados, obligados a entrar en la patrulla policial y conducidos al centro de la Seguridad del Estado conocido como el VIVAC, en el poblado de Calabazar, los opositores estuvieron detenidos por tres horas.
Boni se incorporó a las Damas de Blanco en el 2011 para exigir la libertad de su hijo, quien se consolidaba con activista político en la cárcel tras haber sido condenado por robo.
"Por esta posición de mi hijo, siempre buscaban como adjudicarle un delito", manifestó Boni.
Dice que su hijo es un joven cubano al que le han privado su libertad injustamente.
Rivero está ahora en libertad condicional y tiene una nueva advertencia por su manifestación del martes.
"Nos dijeron que nos iban a meter presos si participábamos en una manifestación pacífica más", agregó Rivero, quien padece una afectación de la vista.
Según la madre, Rivero perdió la visión de un ojo tras una golpiza. Hoy lleva gafas. y tras esta nueva detención, la madre pone toda su fuerza de pensamiento en poder reunirse con su hijo.
