Sueños de Obama topan con la realidad

WASHINGTON-- Hace seis meses, el presidente Barack Obama se paró en la escalinata del Capitolio y ofreció una ambiciosa visión liberal de su segundo período. Impulsado por la reelección, dijo que la nación debía dar pasos inmediatos para proteger a los niños de la violencia de las armas de fuego, enfrentar el cambio climático y modificar integralmente las leyes de inmigración. Pero en los meses transcurridos desde entonces se han puesto de manifiesto los límites políticos a las ambiciones de Obama. El resultado ha sido una poca uniforme y a veces inconexa primera mitad de lo que pudiera ser el año más importante del resto de su presidencia. Las victorias legislativas han sido escasas: las medidas de control de armas de Obama fueron bloqueadas en el Capitolio, hay pocas perspectivas de un acuerdo significativo para reducir el déficit y la reforma a las leyes de inmigración respaldada por la Casa Blanca enfrenta un futuro incierto. Los problemas nacionales y las crisis de política exterior también han afectado el rumbo de la Casa Blanca, obligándola a asumir posiciones defensivas. La ley de salud pública de Obama se acerca a una fase crítica que determinará si sale adelante o no, y una nueva batalla sobre el presupuesto se asoma al horizonte en momentos que el gobierno se acerca al tope de la cantidad de dinero que puede tomar en préstamo. Los principales asistentes de Obama insisten en que empezaron el año bien al tanto de los problemas potenciales, particularmente en el Congreso, donde los republicanos controlan la Cámara de Representantes. "Siempre estuvimos al tanto de las realidades políticas", dijo Dan Pfeiffer, alto asesor de Obama. "Ganamos las elecciones... y ganamos con 51% de los votos". En una era de gobierno dividido y una nación igualmente dividida, la Casa Blanca afirma que está midiendo el éxito en el segundo período no sólo en base de las victorias legislativas, sino también por las decisiones del ejecutivo. Al evaluar las promesas cumplidas del discurso de toma de posesión de Obama el 21 de enero de 2013, sus asesores señalan el avance logrado en materia de los derechos de los homosexuales y el cambio climático, que fueron puntos importantes de su discurso. Pero el avance reciente en esos temas no es completo. Obama presentó este mes una ambiciosa agenda sobre el cambio climático, que incluye los primeros límites a la emisión de dióxido de carbono en las plantas generadoras de electricidad que ya funcionan. Pero es muy temprano para decir si sus compromisos tendrán resultados. La oposición legislativa también lo ha limitado en gran medida a propuestas que no requieren la aprobación de los legisladores, lo que significa que medidas más amplias, como la ley de negociación de límites a la contaminación, sigue fuera de alcance. Sobre el tema de los gays, la ampliación de los derechos a las parejas del mismo sexo salió de la Corte Suprema, aunque el gobierno de Obama solicitó a los magistrados que consideraran eliminar una cláusula clave de la Ley de Protección del Matrimonio, que restringía las prestaciones federales a las parejas del mismo sexo. Funcionarios de la Casa Blanca dicen que también se sienten alentados por el crecimiento, lento pero firme, de la economía en la primera mitad del año. El índice de desempleo está en 7,6%, dolorosamente alto pero cerca del nivel más bajo en la presidencia de Obama, y la confianza del consumidor se encuentra en uno de sus mayores niveles desde que asumió la presidencia. Pero hay grandes interrogantes sobre qué más puede lograr Obama en su segundo período, dado que el empantanamiento en el Congreso no da señales de ceder. Sin importar lo que suceda con la reforma a las leyes de inmigración, la Casa Blanca no parece tener otros planes para impulsar leyes importantes en el segundo término de Obama. Kevin Madden, estratega republicano que asesoró a Mitt Romney en su campaña presidencial de 2012, dijo que Obama, si no logra trabajar en conjunto con el Congreso, tendrá problemas para cumplir sus promesas del discurso de toma de posesión. "Para una agenda tan elevada y abarcadora, realmente necesita una buena cantidad de buena voluntad en el Congreso", dijo Madden. "Y realmente nunca ha tenido eso". Obama ha cosechado algunos éxitos en meses recientes al identificar algunos pocos senadores republicanos con potencial para ser aliados en propuestas legislativas, o al menos personas con las que puede conversar en forma regular. Pero el simple hecho de que el diálogo del presidente con legisladores republicanos represente un gran avance muestra lo dañada que está la relación de la Casa Blanca con el Congreso. Entre esos senadores republicanos está John McCain, de Arizona, quien se ha convertido en un importante aliado de la Casa Blanca este año en temas como la inmigración, las negociaciones de reducción del déficit y la reforma a las tácticas dilatorias en el Congreso. McCain, quien se reunió el miércoles con el presidente, dijo que Obama ha "madurado en el cargo" y ha dejado atrás "el nivel de condescendencia" que le significó llegar a la Casa Blanca con una mayoría demócrata en 2008. "Este presidente, como todos los presidentes, observa su legado y cómo lo evaluarán los historiadores", dijo McCain. "Y ve que hay áreas en las que él y yo podemos trabajar juntos".

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