Cuba por Dentro: Deprimente realidad de los niños cubanos

La pobreza existe en todos los países del mundo, pero el gobierno castrista que gobierna Cuba desde 1959 ha sostenido a lo largo de más de 50 años, de que en Cuba no hay pobreza y uno de sus pilares ideológicos ha sido la educación y el cuidado de los niños.

El castrismo tomó el discurso martiano y convirtió en slogan político a los niños como "la esperanza del mundo".

Pero hoy día, los niños, que no saben mentir, son un reflejo de la decadencia y corrupción generalizada de la sociedad cubana, señalada por el propio Raúl Castro.

En esta breve encuesta titulada "La Edad de Oro", para seguir parafraseando a Martí, y realizada en las calles de La Habana por Javier Castro en el 2012, los niños responden a la simple pregunta de qué quieren estudiar cuando sean grandes. Las respuestas son alucinantes: policía, jinetera, delincuente, asaltador de cadenas, Yuma... o Dictador (con escupitajo aderezado)

Los niños cubanos ya no sueñan con ser médicos, ni ingenieros, ni abogados, mucho menos escritores o periodistas o arquitectos. Es más ni siquiera enfermeros o mecánicos. Los más sensatos dicen: pelotero, futbolista, Chef o "astronomo". La aeromoza está clara, quiere montarse en un avión, y el que dice que no sabe, lo más probable es que sepa que lo que no quiere es estar ahí.

Un patético retrato de la terribles condiciones socieconómicas que vive la isla.

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