Los mexicanos, sobre todo la juventud de la capital del país, demostró que sabe cumplir sus compromisos y, en la noche del domingo y madrugada del lunes, celebró al actor Leonardo DiCaprio como si fuera uno de los suyos.
La cita, por supuesto, fue al pie del emblemático Ángel de la Independencia, donde los mexicanos suelen festejar sus triunfos y, al terminar la 88va. ceremonia de entrega de los Oscar, decenas acudieron a esa zona ubicada en el Paseo de la Reforma.
Con ello cumplieron las diversas convocatorias que desde semanas anteriores se habían divulgado a través de distintas páginas en redes sociales, como Si Gana Leonardo Todos Al Ángel de la Independencia, que en Facebook sumó 22,422 asistentes virtuales.
Y aun cuando el número de asistentes reales en el icónico monumento distó mucho del virtual, la alegría y el entusiasmo con que celebraron al protagonista de "The Revenant" no quedaron a deber en lo más mínimo.
Desde la tradicional "¡Leo, hermano, ya eres mexicano!", hasta el tema musical de "Titanic" con todo y el abrazo en la proa del trasatlántico, hasta las señales de "El Lobo de Wall Street", los jóvenes se unieron un espontáneo pero organizado tributo al histrión que el domingo ganó su primer Oscar como Mejor Actor.
En este espontáneo homenaje no faltaron los letreros en honor a DiCaprio, los argumentos que validan su reconocimiento, las figuras del galardón y, ¡desde luego!, algunas de las bebidas alcohólicas que acostumbras consumir los jóvenes por su precio accesible.
Al festejo se unieron una serie de osos, de todos tamaños y colores, incluso en "versión viviente", en recuerdo del hermoso animal que se ganó el corazón de los cinéfilos que han acudido a ver la multipremiada película dirigida por Alejandro González Iñárritu y fotografiada magistralmente por Emmanuel Lubezki, ambos mexicanos que siguen haciendo historia en la cinematografía de Hollywood.
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Para ellos, los jóvenes en el Ángel de la Independencia también tuvieron canciones y porras como "El dólar no importa, 'El Chivo' tiene el Oscar" que pinta de cuerpo entero la realidad de la economía del país y la actitud de un pueblo que, pese a todo, ocupa uno de los primeros sitios en la escala mundial de la felicidad.
Y aun cuando en unas horas inicia la jornada laboral o de estudios, los jóvenes continuaron llegando al Ángel de la Independencia con alegres ocurrencias que se prolongaron durante la madrugada, como el implementar una especie de "vuelta olímpica" alrededor del monumento.
Pese al alegre orden que imperó, los jóvenes fueron resguardados por decenas de policías capitalinos que los hicieron descender hasta el pie de la escalinata de la columna dedicada a valores como la libertad y la independencia, es decir, lo más lejano del acceso al monumento que recuerda a algunos de los héroes del país.
